El PSC ganará de manera amplia pero sin asegurar el cambio en Cataluña

Tras casi tres lustros de Gobiernos nacionalistas/independentistas, la segunda victoria consecutiva del PSC –ahora sí de manera holgada–, no garantiza el cambio. La posibilidad de que el nuevo Parlamento catalán, y los vetos cruzados entre los partidos, conduzca a una situación de bloqueo, y por tanto que haya repetición de los comicios a la vuelta del verano, no es menor.

Estimación de voto para las elecciones autonómicas

Escaños (porcentaje de voto)

Encuesta

GAD3

PSC

41-44 (30,1)

Elecciones

2021

33 (23,0)

Total

135 escaños

Junts*

34-35

(22,1)

33

(21,3)

Mayoría absoluta

68 escaños

Junts

32

(20,0)

Cs

6 (5,6)

8 (6,9)

ERC

25-26

(16,0)

11

(7,7)

9

(6,7)

PP

3 (3,8)

PP

12-13

(9,2)

Vox

10-11

(8,2)

Aliança

Catalana

1-3 (3,8)

CUP

3-4

(3,5)

Comuns

Sumar**

4

(4,3)

(*) Junts + Puigdemont per Catalunya

(**) En 2021, Comuns Sumar se presentó

como En Comú Podem

Fuente: GAD3 / ABC

Estimación de voto para las elecciones autonómicas

Escaños (porcentaje de voto)

PSC

41-44

(30,1)

Junts*

34-35

(22,1)

Comuns

Sumar**

4

(4,3)

ERC

25-26

(16,0)

PP

12-13

(9,2)

Junts

32 (20,0)

ERC

33 (21,3)

11

(7,7)

Vox

10-11 (8,2)

CUP

3-4

(3,5)

PSC

33

(23,0)

9 (6,7)

Mayoría absoluta

68 escaños

8 (6,9)

6 (5,6)

Cs

Total

135 escaños

Encuesta

GAD3

Elecciones

2021

PP

3 (3,8)

Aliança Catalana

1-3 (3,8)

(*) Junts + Puigdemont per Catalunya

(**) En 2021, Comuns Sumar se presentó como En Comú Podem

Fuente: GAD3 / ABC

El trabajo de GAD3 apunta a una victoria socialista con el 30,1% de los sufragios y una horquilla de entre 41 y 44 escaños –23% y 33 actas en las elecciones de 2021–, un resultado que rompe de manera clara el triple empate de facto entre PSC, Junts y ERC que se dio en las últimas elecciones autonómicas, las de 2021. El resultado indicaría que, tal y como se sostiene en el seno del PSC, el «episodio Sánchez», y pese que hasta un 40% del potencial votante socialista no cree al presidente y considera que se trató de una maniobra electoral –como apunta el trabajo de GAD3 publicado por ABC ayer–, sí estaría sirviendo para movilizar al votante que tradicionalmente apoya al PSOE en las generales, pero se abstiene en las autonómicas al considerarlas menos importantes. De hecho, el 30,1% de sufragios que sacaría el domingo Illa están solo un punto por debajo del excelente resultado que sacó Pedro Sánchez en Cataluña el 23J, superando de mucho el 23% socialista de las autonómicas de 2021. Falta por ver si la progresión detectada en las últimas semanas por el PSC se sostiene en lo que queda hasta el domingo o el partido queda estancado.

En el campo independentista, y de manera significativa, Carles Puigdemont (Junts) gana sobradamente su duelo con Pere Aragonès (ERC). Con una campaña de tipo personalista, e instalado en el sur de Francia a la espera de que la ley de amnistía le permita asistir a la sesión de investidura –como ha prometido–, Puigdemont se impone en la particular batalla del secesionismo, pero no le alcanza ni de lejos para superar al PSC.

Junts sacaría 34-35 diputados y un 22,1% del voto –32 actas y 20% en 2021– frente a los 25-26 diputados y 16% de los sufragios de ERC, que se deja cinco puntos porcentuales de apoyo y pierde entre 8 y 9 butacas en el Parlament, desgastado el partido por una gestión que hasta sus propios electores desaprueban, tal y como se recogía en la primera entrega de la encuesta de GAD3 publicada ayer, así como por el efecto arrastre de Puigdemont.

Junto a la victoria de Illa, el segundo titular es que la suma de los partidos independentistas únicamente alcanzaría la mayoría absoluta si se suman los resultados de la parte más alta de la horquilla, 68 diputados pelados, 63 si se suman por la parte baja. La hipotética reelección de un presidente independentista, Carles Puigdemont en este caso, solo sería posible con el voto favorable en la investidura de la CUP, que se desploma y pasa de nueve diputados a 3-4, y de Aliança Catalana, la propuesta independentista de corte xenófobo que lidera la alcaldesa de Ripoll (Gerona), Sílvia Orriols, que irrumpiría con entre uno y tres diputados, con un muy buen resultado en Gerona y Lérida que, sobre el papel, debería descontarse a Junts. La propuesta unilateralista de Alhora, de la exconsejera Clara Ponsatí, obtiene un 0,3% de apoyos, cifra insignificante, insuficiente para entrar –el mínimo es un 3% en algunas de las cuatro circunscripciones–, pero que, como los votos de Aliança, deberían sacarse también del saco de Junts. Los comunes, por su parte, pierden la mitad de su representación actual y se quedan con cuatro.

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En el bloque de la derecha, la encuesta, en línea con otros sondeos publicados, confirma el importante avance del PP, de tres diputados ahora a 12-13 el próximo domingo –de 3,8% a 9,2 de apoyo–, un gran resultado para Alejandro Fernández sustentado en parte sobre la desaparición de CS, que pierde los seis diputados actuales y pasa a ser fuerza extraparlamentaria. Vox, pese al gran resultado del PP –desmintiendo la tesis de que el avance de uno se produce a costa del retroceso del otro, al menos en Cataluña–, no solo aguanta y podría revalidar su representación con 10-11 diputados, sino que logra incluso un mayor apoyo en votos, 8,2% frente al 7,7% de 2021.

La victoria pues de Salvador Illa parece clara –así lo creen el 57% de los encuestados–, pero falta por ver el alcance de la misma y si en esta última semana, el equilibrio entre bloques, ahora más favorable al constitucionalismo, se acaba de decantar, en tanto que, tal y como señala la encuesta, sí hay una voluntad de cambio, pero no lo suficientemente avasalladora como para confirmarse el vuelco. De hecho, la fotografía de una sociedad fracturada en dos mitades no se difumina, y la suma de las opciones independentistas, si bien retrocede y no rebasa el 50% de los sufragios de 2021, sigue convenciendo a un 46,2% del electorado. La última semana pues será decisiva, más cuando se percibe un altísimo volumen de indecisos, no hay una gran movilización del electorado y hasta un 43% de los encuestados se muestra indiferente cuando se les pregunta si estas elecciones son más importantes que las de 2021. El cambio en la Generalitat está en el aire.

Valoración media de líderes (0-10)

5,1

Salvador Illa

4,5

Pere Aragonès

3,8

Jéssica Albiach

3,5

Carles Puigdemont

3,2

Laia Estrada

2,6

Silvia Orriols

Alejandro

Fernández

2,5

1,9

Carlos Carrizosa

1,6

Ignacio Garriga

Fuente: GAD3 / ABC

Valoración media de líderes (0-10)

5,1

4,5

3,8

3,5

3,2

2,6

2,5

Carles Puigdemont

1,9

Jéssica Albiach

Pere Aragonès

1,6

Laia Estrada

Silvia Orriols

Salvador Illa

Alejandro

Fernández

Carlos

Carrizosa

Ignacio

Garriga

Fuente: GAD3 / ABC

Además de intención de voto, el trabajo de GAD3 también inquiere sobre valoración de los líderes políticos. Salvador Illa (PSC) es el único candidato a las elecciones que aprueba, con un resultado justo (5,1), pero tiene la nota más alta entre todos sus contrincantes. Le siguen, por este orden, el republicano Pere Aragonès (4,5); la candidata de Comuns Sumar, Jéssica Albiach (3,8); Carles Puigdemont (3,5); la número uno de la CUP, Laia Estrada (3,2); la líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols (2,6); el popular Alejandro Fernández (2,5); el cabeza de lista de CS, Carlos Carrizosa (1,9); y, por último, el candidato de Vox, Ignacio Garriga (1,6).

Si la valoración general indica el mayor o menor grado de aceptación, cuando se segmentan las respuestas por intención de voto se sacan interesantes conclusiones. Las más llamativas, las relativas a ERC, cuyos potenciales votantes, además de dar un 7,2 de nota a su candidato –la más baja en cuanto a voto propio de cada partido–, dan mejor nota a Salvador Illa (5,9) que a Carles Puigdemont (5,2), una valoración que ya anticipa el dilema, existencial podría decirse, al que probablemente se enfrentará el partido tras el 12M. En la misma línea anticipatoria de posibles pactos, los votantes del PSC, aunque lo suspenden, dan a Pere Aragonès un 4,7, más nota incluso que la supuesta aliada natural de los socialistas, la líder de Comuns, Jéssica Albiach, responsable de la no aprobación de los presupuestos que precipitó el adelanto electoral, y que recibe un 4,2.

Como también podría esperarse en candidaturas de tipo muy personalista, el grado de valoración de los votantes de Junts a su líder, Carles Puigdemont (7,9), es el más alto entre los votantes de cada partido cuando valoran a sus cabezas de lista, un grado de adhesión que solo logra Sílvia Orriols entre los votantes de Aliança Catalana. Los mismos futuros electores del partido independentista de extrema derecha dan un muy alto 6,5 a Carles Puigdemont, nota incluso por debajo del 6,7 que le dan al expresidente quienes piensan votar a la CUP. Estos últimos, a su vez, suspenden a Pere Aragonès con un 4,9, un buen indicador de que la querencia 'indepe' está ganando a la más izquierdista dentro del partido antisistema.

En cuanto a conocimiento de los candidatos, sobresale Carles Puigdemont, con un 96,7, seguido de Salvador Illa y Pere Aragonès, sobre los 94 puntos, un tercer nivel con el resto de candidatos, entre 80 y 85 puntos, y por último Sílvia Orriols, con una trayectoria mas corta que el resto, con 72,2 puntos de porcentaje de conocimiento.